Autopesadilla

No la estamos pasando bien. Y aún así much*s se creen ciudadan*s de una meritocracia, porque aún no les socavaron toda la choza. Y en ese mundito se regodean mirando con desprecio hacia el costado, donde están quienes fueron a boxes por la malaria. Sentirse único es la peor mentira del mercado, una herida autoproducida por la que perdemos el aire del impulso para ir a la banquina. Y claro, como somos incapaces de un mínimo movimiento que nos saque del ombligo, seguiremos, patéticamente, llamando al mérito, culpando al otro. Hablar de lo colectivo, de las construcciones, de cuidar a otro les suena hippie o aburrido. Una pena, porque solo en esa situación te das cuenta que podés no ser igual a nadie. 


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